Hola a tod@s, pese a algunas criticas recibidas, aquí estoy de nuevo siempre y cuando Julián in me lo permita y viendo el éxito de mis entradas en el ranking seguro que es así, pese a las rebuscadas estadísticas que aluden algunos.
Hoy voy a tratar sobre los chicos, para no perder la costumbre pero desde el punto de vista de mi querido Maestro, a ver si se anima me lleva de excursión jijijiji. Y siguiendo alguna recomendación bajare el tono de lo que digo, aunque alguna leyente seguirá molestándose.
¿Quien no tiene un novio celoso? ¿ quien no ha sentido envidia del ligón de discoteca? ¿Os preguntáis por que? Hace no mucho tiempo, mi amiga Sara estaba con su novio, conmigo misma y con alguien mas, en un conocido local de la noche salmantina donde aparecieron los jugadores del equipo de fútbol local ( que no es el Real Madrid, pero es lo que tenemos) mi amiga se acerco a pedir un autógrafo y no volvimos a saber de ella hasta días después cuando el jugador en cuestión se canso de ella. Allí estaba yo consolando al pobre novio, exnovio o cornudo mientras pensaba ¿ que tío de estos no ha sentido envidia del “ligón de discoteca” que se lleva a las chicas de calle y luego pasa de ellas? Por experiencia se que por cada ligón nocturno hay cincuenta jóvenes locales que vuelven a sus casas solos. Son chicos grises y normales que acumulan rencor hacia los ligones y sobre todo hacia las mujeres que están con ellos. Esas zorras que diría Persephone que ya tienen cierta edad y que presumen ante sus amigas de haberse “zumbado” a fulanito o menganito, pero que ahora son invisibles a los ojos de los hombres de su edad y a los de los mas jóvenes también ( bueno siempre queda algún “pringao” que se queda con el billete caducado).
La mayoría de estos chicos ( que por cierto como novios son maravillosos, chicas) sufren mientras los ligones de turno, bien sean deportistas, artistas que los hay o simples hijos de su papa, se las levantan, mientras ellos solo pueden mirar sin ninguna oportunidad. Es lo que mas me gusta de los consejos de nuestro Maestro de Feria, si realmente los sigue un chico puede tener una oportunidad, si sabe elegir a la chica y los lleva a cabo con disciplina, puesto que la mayoría de las chicas no sabe realmente quien coño eres, solo identifica una actitud, somos así de idiotas ¡ que se puede hacer!.
La realidad demuestra que la humillación es doble y reciproca. Doble por que sufres cuando te levantan a la chica y vuelves a sufrir cuando vuelve con la cabeza baja por que el ligón ya no la quiere y da igual la decisión que tome el pobre, si acepta quedara como un idiota y si no acepta por orgullo le dolerá aun mas por dentro. Y reciproca por que si cambiamos ligón por ligona funciona exactamente igual.

Tiempo después Adolfo ( así se llama el ex de mi amiga Sara, que obviamente no la perdono) tuvo una nueva pareja a la cual traía por el camino de la amargura, él no podía soportar las anteriores relaciones de su chica, sin querer prejuzgar ( que luego me critican) creo que se volvió una pizca machista y pretendía dominar su vida anterior y su libertad. Pero resulta que Adolfo no es especialmente religioso, al contrario era muy liberal y digo era por que me sorprendió la actitud, realmente apoyo mucho a aquella chica en los estudios incluso en el trabajo y no dejaba de animarla a superarse, pero chico ( o chica) ¡¡ que le atormentaba el hecho de que ella se hubiera enrollado una noche!!. Ni que decir tiene que Adolfo es uno de estos hombres grises del montón, nunca que sepamos a tenido relaciones fuera del noviazgo y es de los una novia para toda la vida.

Y es que los hombres tienen un sentido del orgullo (“heridas de la masculinidad”) diferente a las mujeres y las situaciones de competencia sexual en la juventud, las “peleas de gallitos para ver quien se lleva a la chica de la discoteca” pueden dejar huella a largo plazo y generar efectos importantes, como que un hombre enamorado renuncie a una mujer por historias ya pasadas.
Opino en todo caso, siempre debe prevalecer la libertad de criterio. Esta especie de “recelo del pasado” no es siempre una cuestión únicamente de machismo, también puede existir un nivel de conducta que un hombre puede no aceptar en una mujer, igual que una mujer puede no aceptarlo en un hombre. también es cierto que esta ciudad demasiado pequeña, esas cosas pasan factura y que nadie quiere acabar con el “zorron desorejado” del lugar como diría el Maestro. Estas cosas pueden estar al margen de la guerra de sexos, cada caso es diferente. Nadie puede imponer su criterio a los demás.
Y cuales son esas heridas de guerra jajaja ( de estos hombres grises y de los otros también no creáis)
1. Terminar demasiado pronto
Otra de las principales preocupaciones es sufrir de eyaculación precoz. Claro, uno ve una película X donde el sexo dura más de veinte minutos y si no llega a ese tiempo en la vida real ya se preocupa. Además, cuanto más obsesionado se está por no terminar antes de tiempo más suele suceder. La eyaculación precoz -que tiene tratamiento y que la mayoría de las veces se debe a una cuestión psicológica, cuando no a una etílica- se da sobre todo en gente joven.
2. Siempre el tamaño
Sí, el tamaño del pene sigue siendo la principal preocupación del hombre, de esto ya hemos hablado. A ellos no les importa la calidad, solo la cantidad. Muchos se preocupan de manera excesiva sobre si el tamaño de sus genitales es el adecuado o están por debajo de la media. Lo malo es que muchos transforman esa preocupación en obsesión o complejo.
¿Estuve bien?
Las odiosas comparaciones
3. Esto no se levanta
El "suele pasar, es normal, no te preocupes" no solo no tranquiliza a los hombres con problemas de erección sino que les obsesiona más y les hace dudar incluso de su masculinidad. Y es que lo peor que le puede pasar a un hombre es que tenga problemas para izar la bandera. Los problemas de erección son muy comunes, sobre todo en una sociedad donde el estrés está presente en el 95% de la población, el resto vuelve a ser un problema etílico.
4. ¿Cómo que no me apetece?
Esas mismas preguntas también se las plantean cuando pasan dos o tres días sin pensar en sexo o si un día somos nosotras las que nos acercamos a ellos para "pedir acción" pero responden con un "me duele la cabeza" o "no me apetece". Les aterra pararse a pensar ¿cómo es que no me apetece, qué me está pasando?
5. Cada día debe ser único
Para el hombre cada encuentro sexual debe ser único, irrepetible, bestial. Y si en uno de ellos no experimentan algo nuevo o no llega al diez de su escala de valores ya se preocupan y empiezan a plantearse si se están haciendo mayores, si se están quedando anticuados o si es culpa de la mujer y no es la adecuada para ellos
6. Esto no puede gustarme a mi
Aunque pocos lo saben, el punto G masculino se encuentra dentro del ano. Unos no lo estimulan porque no saben que lo tienen y otros tampoco lo hacen porque lo ven algo "gay" y tienen miedo de que si les gusta se conviertan en homosexuales o se les acuse de tener "gustos raros". Y es que los que lo han probado les ha gustado, y ahí viene la preocupación: ¿cómo es posible que con lo hombre que soy me guste que me toquen ahí?
7. Preocupaciones en la cama
Los hombres también tienen miedos y preocupaciones en la cama. Pero mientras que las mujeres se preocupan más por cosas sentimentales, los hombres lo hacen por cosas más terrenales como el tamaño del pene o la eyaculación precoz. Y a veces también por el tamaño de las tetas pero esa es otra historia.
8. Soy perfecto
Ellos le dan demasiada importancia al físico y creen que la mujer solo busca un chulazo, un dios griego. Por eso llevan muy mal las críticas respecto a las partes de su cuerpo, desde el tamaño del pene a ese michelín que se le está instalando en la barriga. Opiniones como "deberías dejar la cervecita" o "a ver cuando te apuntas al gimnasio" les pueden hacer un daño irreparable
9. Cosas relacionadas con la mujer

No todas las preocupaciones de los hombres tienen que ver con su cuerpo, su concepto de masculinidad o su buen hacer en la cama. También les aterran muchas cosas procedentes de nosotras, como qué pensamos -o en quién- durante el sexo o que no nos guste lo que nos están haciendo.
Pero os invito a poner vuestros comentarios, a ver que opináis vosotras y vosotros también por supuesto.
Besitos humanos y divinos.
Katty