Joaquín de Vargas y Aguirre, arquitecto español contemporáneo y arquitecto provincial de Salamanca, y miembro electo de la Real Academia Española en 1900, es el autor de este edificio donde se aloja el Birdland Jazz Bar, que junto con el de la Casa de Lis y el mercado Central de Abastos también del mismo arquitecto constituyen el prototipo del modernismo arquitectónico de la ciudad. Y es que chicos, no todos los días nos podemos tomar algo en este marco.
Unas cervezas, unas copas con música jazz de fondo, una tranquila conversación sobre lo humano y lo divino, en cualquiera de sus plantas, contemplando el transito de la Gran Vía, o con la Alamedilla de fondo y rodeado del encanto de un sitio que aun conserva sus estructuras y decoraciones originales, sin haber sido “tocado” por esas pretenciosas reformas de la década pasada. Por supuesto también puedes elegir su cómoda intimidad en cualquiera de sus recodos para tomar un café en grata compañía y lejos de las miradas curiosas, rodeado de cuadros, pinturas, fotografías , dibujos, grabados o cualquier otra exposición que los responsables organizan, idea que se nos antoja como buena dado el marco y la iluminación natural espectacular que tiene el edificio y que traspasa a su interior.
Pero aparte de las exposiciones, el movimiento cultural del local también se plasma en conciertos en vivo, especialmente dedicado al jazz, blues, etc tanto en sus vertientes mas clásicas como mas vanguardistas, es posible que acudas a tomar algo y te encuentres con un concierto de figuras de primera línea ( eso si estará lleno hasta la bandera). Avisados estáis, no esta dentro del circulo mas barato de la ciudad, la cerveza anda por los tres euros y la copa por seis y pico, y la Patrulla Antigarrafon nunca se ha puesto de acuerdo en determinar la calidad de las copas consumidas, yo particularmente no me puedo quejar del ron...¡pero allá cada uno!
Como anécdota comentar que todo movimiento cultural que se precie y por pequeño que sea tiene su peculiar batalla con Goliat y este local como no puede ser menos también tiene la suya. Al igual que otros locales de la ciudad, sufrió en su momento la extorsión de la SGAE, con la visita de sus sicarios para recaudar el “impuesto”. Tras la negativa del establecimiento a pagar y tras posterior proceso, en el cual la Sociedad General de Autores y Editores demandó al establecimiento salmantino; alegando que utilizaba obras de su repertorio musical. El establecimiento logró demostrar que la música utilizada fue bajada de Internet y bajo licencias libres, lo que significa una cuarta resolución judicial favorable en favor del Copyleft. La sentencia desestima totalmente la demanda e impone las costas a la SGAE. Y es que personalmente me gusta esta clase de sentencias.
Birdland C/ Azafranal 57
jo, es guay! es un lugar con mucho encanto en cuanto a su decoración y con un ambiente que no encontrarás en ningún otro lado. Tanto cuando hay conciertos de jazz en vivo, como cuando no los hay, Bridland es el lugar perfecto para evadirte tomando algo mientras disfrutas de su No solo está el hecho de estar decorado de esta manera (lo cual le hace no solo bonito, sino también original), sino también las actividades que organiza en su interior son únicas. Conciertos, karaokes....y cuando no hay nada, horas y horas de baile. El precio es alto, pero merece la pena. me gusta la recomendacion.
ResponderEliminarUn edificio mágico de tres plantas, estrecho, acogedor, con balconadas, con manifestaciones artísticas en diferentes soportes y medios, la música excelentemente escogida; jazz, blues, latin... casi eterno, 22 años y aún sorprende Con la discrección acertada no habrá humito malentendido y casi nunca encontrás problemas de espacio. Todo una clásica asignatura obligatoria para universitarios y visitantes.
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