Bye, bye, Lanzarote.

Ayer, 22 de Mayo de 2011, después del éxtasis político-popular vivido por el aplastante triunfo electoral del Partido Popular, debido mas que a los meritos de unos, a la cabezonería de un necio botarate egoísta y mas preocupado por su propio ego que por el mejor destino, ya no voy a decir de los demás sino de los propios compañeros de infortunio que le acompañan en esta cosa del desgobierno. Pero dejémoslo, pues no tiene la gallardía al menos este chaval de León de dimitir y dejar que alguien lo haga menos peor que él, y vayamos con el tema por el cual se creo este blog.

Nuestro nunca bien querido déspota entre los despostas Julián Lanzarote ( de ahí el nombre del blog y de un servidor) POR FIN deja de ser alcalde de Salamanca, mucho me temo que mas por salud y depuración del propio partido que por iniciativa propia y es que al igual que le ocurre al tarado de la Moncloa, la satrapia se apodera de los altos cargos haciéndoles perder la cordura y comportándose cual “gollum” en el señor de los anillos, me imagino a Julián aferrado a su sillón repitiendo por los rincones de la casa consistorial …” es miiiiio, mi tesooooorooo”.

Si bien y sabiendo que el equipo de gobierno que el candidato ganador del PP mantiene, es prácticamente el mismo con el oscuro Fernando Rodríguez en la trastienda, no esperamos mejores actuaciones de este alcalde, pero de momento, le concedemos el beneficio de la duda.

Quiero hacer una reseña para el candidato socialista que al menos ha tenido la valentía de presentarse a pesar del “defecto ZP” e intentar conseguir algo que como se ha visto era misión imposible. De la misma manera, la iniciativa SI esta vez mas organizada tampoco ha servido para lograr representación, pues esta vez el voto se ha vuelto a fragmentar entre UPD, SI e IU.

En definitiva, otros cuatro años en manos Populares, veremos si también seguimos con una ciudad sin aparcamiento gratuito, con calles peatonales explotadas por licencias de terraza, mas ladrillo y pisos con calidades “de lujo” o si por el contrario tenemos el alcalde que todos merecemos y gobierna para todos, teniendo en cuenta los problemas de todos.